• El diputado UDI Enrique van Rysselberghe, miembro permanente de la Comisión de Economía, presentó una indicación al proyecto de ley que Establece Normas sobre Protección de los Derechos de Titulares y Usuarios de Tarjetas de Crédito.
El parlamentario gremialista explicó que la indicación propuesta se basa en la obligación de los emisores de tarjetas de crédito de comprobar la solvencia de los solicitantes de tarjetas de crédito.
Esto, indicó el diputado UDI, porque muchas veces las tarjetas de crédito son entregadas a jóvenes que no cuentan con solvencia económica, aumentando críticamente el sobreendeudamiento juvenil.
“Hoy sabemos que existe un dramático sobreendeudamiento juvenil, lo que trae consigo complejas consecuencias que finalmente son derivadas muchas veces en los padres con, por ejemplo, riesgos de embargo cuando éstos comparten domicilio”.
El legislador sostuvo que en existen más de 2 millones de jóvenes endeudados, lo que significa que 5 de cada 10 jóvenes chilenos tiene compromisos económicos con alguna entidad comercial, según el Instituto nacional de la Juventud.
Esto se traduce, dijo el diputado, en que la mitad de la población joven (50,6%) tiene deudas impagas o por pagar, siendo las mujeres de nivel socioeconómico medios y de sectores urbanos quienes presentan un mayor nivel de endeudamiento.
De acuerdo a las cifras conocidas un importante número de estos jóvenes no está trabajando "según lo que declaran, la principal fuente de ingreso que tienen son los aportes recibidos por sus padres (59,3%) y la mayoría se encuentra estudiando, por lo tanto no percibe mayores ingresos para pagar las deudas contraídas", aclaró.
En esta línea, el diputado van Rysselberghe justificó la indicación con el fin de que no se produzcan estos hechos, ya que el actual sistema económico se caracteriza por la proliferación del denominado "dinero plástico" como medio de pago, lo que ha llevado a extender el mercado hasta consumidores que no tienen ingresos propios ni desarrollan actividad económica alguna, como los estudiantes universitarios o de otras instituciones de educación.
Por esta razón, el legislador sostuvo que la entrega de este tipo de tarjetas a jóvenes no solventes económicamente produce un perjuicio muy grande, ya que se configura una inducción al endeudamiento y produce consecuencias perniciosas, pues un porcentaje importante de estos créditos no llegan a saldarse oportunamente y se cobran judicialmente, y son la mayoría de las veces los padres los perjudicados directamente.
Finalmente, el diputado Enrique van Rysselberghe sostuvo que espera esta indicación prospere y sea apoyada por los parlamentarios, ya que resulta de una irresponsabilidad tremenda por parte de los bancos y casas comerciales entregar “dinero plástico” a diestra y siniestra, generando consecuencia insospechadas para los deudores.
El parlamentario gremialista explicó que la indicación propuesta se basa en la obligación de los emisores de tarjetas de crédito de comprobar la solvencia de los solicitantes de tarjetas de crédito.
Esto, indicó el diputado UDI, porque muchas veces las tarjetas de crédito son entregadas a jóvenes que no cuentan con solvencia económica, aumentando críticamente el sobreendeudamiento juvenil.
“Hoy sabemos que existe un dramático sobreendeudamiento juvenil, lo que trae consigo complejas consecuencias que finalmente son derivadas muchas veces en los padres con, por ejemplo, riesgos de embargo cuando éstos comparten domicilio”.
El legislador sostuvo que en existen más de 2 millones de jóvenes endeudados, lo que significa que 5 de cada 10 jóvenes chilenos tiene compromisos económicos con alguna entidad comercial, según el Instituto nacional de la Juventud.
Esto se traduce, dijo el diputado, en que la mitad de la población joven (50,6%) tiene deudas impagas o por pagar, siendo las mujeres de nivel socioeconómico medios y de sectores urbanos quienes presentan un mayor nivel de endeudamiento.
De acuerdo a las cifras conocidas un importante número de estos jóvenes no está trabajando "según lo que declaran, la principal fuente de ingreso que tienen son los aportes recibidos por sus padres (59,3%) y la mayoría se encuentra estudiando, por lo tanto no percibe mayores ingresos para pagar las deudas contraídas", aclaró.
En esta línea, el diputado van Rysselberghe justificó la indicación con el fin de que no se produzcan estos hechos, ya que el actual sistema económico se caracteriza por la proliferación del denominado "dinero plástico" como medio de pago, lo que ha llevado a extender el mercado hasta consumidores que no tienen ingresos propios ni desarrollan actividad económica alguna, como los estudiantes universitarios o de otras instituciones de educación.
Por esta razón, el legislador sostuvo que la entrega de este tipo de tarjetas a jóvenes no solventes económicamente produce un perjuicio muy grande, ya que se configura una inducción al endeudamiento y produce consecuencias perniciosas, pues un porcentaje importante de estos créditos no llegan a saldarse oportunamente y se cobran judicialmente, y son la mayoría de las veces los padres los perjudicados directamente.
Finalmente, el diputado Enrique van Rysselberghe sostuvo que espera esta indicación prospere y sea apoyada por los parlamentarios, ya que resulta de una irresponsabilidad tremenda por parte de los bancos y casas comerciales entregar “dinero plástico” a diestra y siniestra, generando consecuencia insospechadas para los deudores.
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